Cuando más se juzga, menos se ama. - Honoré de Balzac
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"Nunca esperes nada de nadie". Dicho tan famoso, tan conocido, pero a su vez tan difícil de entender, recordar o aplicar. ¡Casi siempre actuamos esperando algo a cambio!
Y en lo personal, incontables veces me ha sucedido, que la gente no me responde de la manera que espero.
Por ejemplo en mi familia. Los amo muchísimo y somos bastante unidos. Sin embargo me ha sucedido que un día me encuentro de buen humor, me acerco a compartir mi dicha con algún familiar, y sus reacciones son de desinterés o hasta de alejarme al instante. Nunca falta algún comentario o reacción hiriente. ¡Y vaya que duele!
Supongo que alguna vez te has encontrado en alguna situación similar. Ya sea con algún familiar, amigo o pareja.
Me sucedió un par de veces en relaciones pasadas. Que yo llegaba con la mejor intención a ver a mi novia, pero no contaba con que se encontraba de malas. En esos momentos cualquier cosa que yo dijera para intentar arreglar eso podía ser usado en mi contra.
Sentía que era injusto, y eso me enfurecía. Cambiaba de estar de buen humor, a ponerme de mal humor. Y no solo me alejaba, si no la confrontaba:
- "¡Que te pasa, yo solo quería ayudar!
- ¿Ya viste como pones a todos de malas?
- ¡Te encanta arruinar el momento! ¡todo se trata de ti!
Esto sucedía porque anteponía mi emoción sobre la suya. En lugar de intentar entender por qué se sentía como se sentía, inmediatamente era yo quien se indignaba y sentía atacado por su reacción.
Al fin y al cabo usualmente después de cada emoción viene una reacción que la exterioriza, y al no ser capaz de identificar y entender la emoción, la reacción tiende a ser la equivocada.
Lo peor es que esto únicamente detonaba mas emociones negativas por parte de ambos, y un sin fin de reacciones dañinas en cadena.
¿Pero que hubiera sucedido si yo hubiera intentado entender su emoción en primera instancia? Si me hubiera detenido por un instante..mi reacción hubiera sido completamente distinta.
Quizás en el caso de mi familiar, el saber que tuvo una mala noticia, un mal día de trabajo, o algún problema con sus amistades habría cambiado mi reacción. Al menos lucharía por contener el enojo y buscar ser apoyo, o dependiendo de la situación, quizás entendería que lo mejor por el momento es darle espacio en su duelo.
Pero no permitiría que la emoción negativa se detone en mí. Lo mismo sucedería en el caso de mi novia.
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Ahora hablemos de un caso hipotético, que quizás muchos hemos experimentado. Imagínate que alguien que acabas de conocer o que tienes poco de conocer te trata mal, o es grosero contigo de alguna forma. Pero inmediatamente después alguien más se disculpa contigo y te comenta que esta persona esta pasando un momento difícil porque se le murió un familiar recientemente. Rápidamente entraría la empatía antes que el enojo. Porque entenderías el por qué de su reacción.
En estos casos las personas se encuentran en duelo y están pasando por emociones fuertes, y a veces al no saber como lidiar con ellas, tienden a exteriorizarlas atacando a los demás y alejándolos. Una vez que tu comprendes esto, logras contener tu emoción, no dejas que te afecte, y das entrada a la compasión.
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Pero ahora imagina a una persona que ha pasado por:
-Toda una vida de pequeñas y grandes batallas internas y externas
-Toda una vida de emociones reprimidas o mal manejadas
-Toda una vida de sufrimiento o traiciones
-Toda una vida de falta de reconocimiento.
¿Cómo crees que esto podría afectar su carácter?
Si entendiéramos por todo lo que han pasado, aunque no fueran acontecimientos recientes, quizás podríamos actuar con mucha más empatía ante las personas antes de juzgarlas o enojarnos frente a sus actitudes.
Recuerda que todos estamos en este mundo sanando heridas, (empezando por nuestra naturaleza caída) y nunca será lo mismo lidiar con alguien que ha sanado mas, que con alguien que le haga falta sanación.
La mayoría de los ataques que recibimos vienen por parte de personas que les hace falta sanar mucho. Queda en nosotros entender esto para que nuestras reacciones dejen de ser a la defensiva, y se transformen en reacciones de amor.
A pesar de que nos duela, nos sobrepondremos, entenderemos, aceptaremos, y dejaremos de pagarles con la misma moneda...
Tal y como Jesús, pago el precio por la humanidad, ya que siendo Dios, entendía perfectamente la condición humana, y aún así, entregó libremente su vida por nosotros.
Y así iras comprendiendo poco a poco la misión, vamos de regreso a casa, y en el entendimiento de las heridas del prójimo, y apoyo en su sanación...
Estaremos contribuyendo directamente con nuestra propia santificación.
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